Interceptar
y controlar el balón dirigiéndolo hacia el otro compañero en buenas condiciones
para poder jugarlo. Los balones bajos se reciben con los antebrazos unidos al frente a la
altura de la cintura y los altos con los dedos, por encima de la cabeza.
Generalmente el
segundo toque tiene como fin proporcionar un balón en condiciones óptimas para
que un rematador lo meta al campo contrario. La colocación se realiza alzando
las manos con un pase de dedos, el pase más preciso en el voleibol. El
colocador tiene en su mano (y en su cabeza) la responsabilidad de ir
distribuyendo a lo largo del juego balones a los distintos rematadores y por
las distintas zonas. Generalmente utiliza las técnicas de antebrazo, voleo,
cabeceo o golpe con cualquier parte del cuerpo como último recurso.
http://danielefysalud.files.wordpress.com/2008/05/recepcion-brazos.gif |
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